8 de diciembre de 2007

Borracho o loco.

Hoy fue un lindo despertar, amanecí en el municipio de El Estor, luego de viajar mas de una hora en una carretera de terracería, por fin llegamos, con polvo en cualquier lugar imaginable del cuerpo.
La primera visita que realicé fue a La Oficina, un discreto y bonito lugar donde se expenden todo tipo de licores, una sonrisa de oreja a oreja fue el corolario al conocer " la oficina" , rápidamente me acomodé en la barra y antes que pudiera pedir una cerveza, surgió alguien que dijo conocerme desde 1995, cuando vine a este municipio a narrar un jaripeo y en menos de lo que canta un gallo, había muchas gallos a la espera de ser consumidas.
Ni lerdo ni perezoso, decidí que debía afrontar el reto y conforme trascurrían las horas, llegaban más amigos, al parecer “La Oficina” es el lugar de mayor popularidad en El Estor.
Acodado en la barra escuchaba conversaciones diferentes de todo tipo, defensores de la Compañía Guatemalteca del Níquel, opositores a esta empresa, personas independientes que no pertenecen a un bando u otro.
Fue una experiencia agradable estar en la oficina, donde pienso regresar hoy.

El premio Nóbel de literatura Miguel Ángel Asturias dijo: “En Guatemala solo se puede vivir borracho o loco”
Todavía no estoy loco.
Salud.

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