Por: Oscar Fernández
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Cada día a través de los medios de comunicación nos venden las ultimas noticias, regularmente son sensacionalistas. Lo que no entiendo es como el guatemalteco en general acepta esa manipulación masiva, sin ejecutar una opinión honesta y con destellos de buen juicio, producto de una investigación a fondo de los hechos.
Duele decirlo, pero mi pueblo es un pueblo mediocre, tratando de sobrevivir a costa de muchos sacrificios, es cierto que la situación es difícil y que la inflación galopante es apabullante, cada día deja una estela de pobreza que no se compara ni con el cometa que nos visita cada 110 años, pero lo verdadero es que en realidad el guatemalteco no ha querido ser disciplinado en sus menesteres y es necesario serlo, hay que aprender a tener derecho a ser real.
Duele decirlo, pero mi pueblo es un pueblo mediocre, tratando de sobrevivir a costa de muchos sacrificios, es cierto que la situación es difícil y que la inflación galopante es apabullante, cada día deja una estela de pobreza que no se compara ni con el cometa que nos visita cada 110 años, pero lo verdadero es que en realidad el guatemalteco no ha querido ser disciplinado en sus menesteres y es necesario serlo, hay que aprender a tener derecho a ser real.
Nuestra patria no va para ningún lado, no hay dirección ni se ve que rumbo pueda tomar, estamos a la deriva y eso es lo peor que le puede pasar a un pueblo.
Debemos reaccionar, ya basta que en los puestos públicos solo estén personas que al final de su ejercicio tenemos que hacerles auditorias y registrarlos para ver si no se llevan nada, a sabiendas que difícilmente pasarán la prueba de honradez.
Le pregunto al guatemalteco de clase media, baja y luchadora ¿No desean un cambio, pero un cambio radical?- Me voy a permitir contestar:
Cambiemos nosotros primero, en nuestro diario vivir, luego veremos como mágica respuesta como todo comienza a cambiar y a esos ricachones que creen saberlo todo, solo les digo: Están más vacíos que un ánfora de vino de aceite. Inviertan en Guatemala, porque les tengo noticias “aquí son algo, son un saludo, respeto” a pesar de la ignorancia y prepotencia que les caracteriza, pero a cualquier lugar que vayan a vivir fuera de nuestras fronteras, no serán más que un número, mejor dicho “ nadie” Y como sugerencia: Cuiden su suelo porque también les pertenece.
Ánimo Guatemala, el dolor y el desierto hace mejores hombres y mujeres.
Debemos reaccionar, ya basta que en los puestos públicos solo estén personas que al final de su ejercicio tenemos que hacerles auditorias y registrarlos para ver si no se llevan nada, a sabiendas que difícilmente pasarán la prueba de honradez.
Le pregunto al guatemalteco de clase media, baja y luchadora ¿No desean un cambio, pero un cambio radical?- Me voy a permitir contestar:
Cambiemos nosotros primero, en nuestro diario vivir, luego veremos como mágica respuesta como todo comienza a cambiar y a esos ricachones que creen saberlo todo, solo les digo: Están más vacíos que un ánfora de vino de aceite. Inviertan en Guatemala, porque les tengo noticias “aquí son algo, son un saludo, respeto” a pesar de la ignorancia y prepotencia que les caracteriza, pero a cualquier lugar que vayan a vivir fuera de nuestras fronteras, no serán más que un número, mejor dicho “ nadie” Y como sugerencia: Cuiden su suelo porque también les pertenece.
Ánimo Guatemala, el dolor y el desierto hace mejores hombres y mujeres.
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