28 de marzo de 2008

Empresaria brasileña acusada de torturar niñas.

La policía acusó a una empresaria de mutilar y torturar a una niña de 12 años, un caso que causó conmoción entre la opinión pública brasileña.

Las autoridades de la ciudad central de Goiania dijeron el jueves que la niña fue golpeada, privada de comida, encadenada a una escalera, le retorcieron la lengua y las uñas empleando unas pinzas y le cortaron la lengua con tijeras.

La inspectora policial Adriana Accorsi dijo que pidió la acusación formal de Silvia Calabresi, de 49 años, por cargos de tortura, tener retenida a la niña en confinamiento solitario y obligarla a trabajar en condiciones de esclavitud.

Otras cinco personas fueron acusadas, incluyendo la trabajadora doméstica de Calabresi, quien al parecer participó en las sesiones de tortura, el esposo de Calabresi, su hijo y su niñera, estos últimos por no haber reportado los delitos, informó Acorsi el miércoles.

Agregó que la policía también buscará incriminar a la madre de la niña, que vivía en la pobreza y está acusada de vender ilegalmente a la pequeña a Calabresi, bajo la promesa que ésta la educaría.

"He trabajado aquí durante cinco años y a diario veo cosas muy malas", dijo Accorsi. "Pero este caso estuvo peor".

La policía, que emprendió acciones después de que un vecino dio aviso a las autoridades, allanó el apartamento de Calabresi el 17 de marzo y encontró desnutrida a la niña, identificada solamente como Lucelia, esposada a una escalera de hierro y con síntomas de tortura.

A medida que se fue desarrollando el caso, otras cinco niñas acudieron a las autoridades y denunciaron que Calabresi las había torturado. Las edades de esas niñas van de los cinco a los 15 años, dijo Bruno Hermano, vocero de prensa del Secretariado de Seguridad Pública del estado de Goiás.

De ser hallada culpable de todos los cargos, Calabresi podría ser sentenciada a 32 años de cárcel, dijo Hermano. Sin embargo, bajo la ley de Brasil, nadie puede pasar más de 30 años en prisión.

Calabresi se encuentra detenida en una cárcel cercana a Goiania y espera su juicio. En una entrevista por televisión confesó hacerle daño a la niña, pero dijo que se encontraba bajo la ilusión de que la estaba educando.

"Me equivoqué, lo confieso", dijo. "No pensaba que la estaba torturando. En mi mente la estaba educando".

El abogado de Calabresi le dijo al diario Globo que su cliente era huérfana y podría tener problemas mentales. Dijo que argumentaría ante la corte que ella no actuaba con plena responsabilidad.

Accorsi dijo que la táctica de la defensa no funcionaría.

"Por lo que veo no hay trastorno mental", dijo. "Estoy segura de que ella sabía muy bien qué hacía. Sabía cómo practicar el delito y esconderlo, y lo escondía muy bien".

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