29 de marzo de 2008

La cascada.

EL PRIMITIVO, HONDURAS Y NUESTRA SELECCION NACIONAL DE FUTBOL

Por: GIL ZU.
gilzuber31@netzero.com


El pueblo guatemalteco y su afición de fútbol, es fiel a nuestros seleccionados, aun con los contratiempos por los que ha transitado.
Estas líneas tienen el propósito de despertar el entusiasmo, aun en aquellos que se encuentran indecisos, otros que vieron derrumbarse sus esperanzas con la eliminación de nuestra Sub23, frente a la oncena Catracha, los fatalistas que afirman que Guatemala no volverá a levantarse porque siempre pierde, y una mayoría que mantenemos confianza en nuestros muchachos, esperanzados que las cosas van a salir bien.

He leído opiniones encontradas con relación a la llegada del Profesor Maradiaga. Hay quienes dicen que el Primi no es Dios ni Mago, otros que insisten que el Director Técnico que sea, se va a encontrar con seleccionados que a la hora de la hora no responden y que nos van a eliminar.

Un juego de fútbol dura 90 minutos y hay jugadores que en el último minuto deciden un partido. Más adelante describiré algunos pasajes de nuestro fútbol, cuando los jugadores tenían que trabajar en empresas privadas o en el gobierno y los entrenamientos los realizaban al salir de su trabajo a las 4 de la tarde

Era común decir que alguno de estos equipos jugaba por amor a los colores, a la camiseta de su equipo o a la bandera azul y blanco.
Maradiaga no es Dios, ni Mago, es un Caballero del Deporte como identificábamos a Mario Camposeco. Una autoridad deportiva, con capacidad técnica pero un hombre sencillo. Un hombre del pueblo.
Si El Primitivo lee esta columna, deseo expresarle mi afecto por su tierra natal, la considero en territorio, la más grande de Centroamérica, unida a nosotros por razones geográficas, de historia y cultura. Honduras es nuestra hermana.

FUI APOYADO POR LA FEU.

En las protestas estudiantiles en Guatemala de las que formaba parte fui detenido por la judicial y nos tuvieron encerrados tres días junto a cuatro universitarios más. Luego una madrugada nos fueron a tirar a la frontera con Honduras, pasando por la Villa de Esquipulas.
Tres de nuestros compañeros regresaron, pero quien suscribe; con otro mas, seguimos nuestro recorrido hasta llegar a Tegucigalpa. No llevábamos dinero y personas bondadosas nos dieron comida y un poco de dinero para pagar el pasaje hasta la capital.

En Tegucigalpa buscamos a la Federación de Estudiantes Universitarios de
Honduras (FEU) y los muchachos inmediatamente se movilizaron para ayudarnos. Recuerdo que mis zapatos estaban rotos y ellos me llevaron a una zapatería, donde me compraron calzado nuevo. En un comedor dejaron pagados los alimentos durante 15 días, mientras conseguíamos trabajo y un estudiante de leyes principió a tramitar nuestro asilo.

Los hondureños se preparaban para estrenar presidente y el Partido Liberal había triunfado arrolladoramente con su candidato el Doctor Villeda Morales.
Yo había conocido al Dr. Villeda en la Universidad de San Carlos, USAC y no me fue difícil que uno de sus colaboradores me conectara con el propietario de Radio Atlántida en donde me dieron trabajo como locutor en el turno de la mañana: de 5 de la mañana a 2 de la tarde. Mi compañero logró trabajo cerca del Banco Atlántida en una oficina de Bienes Raíces

Poniendo en marcha la creatividad e inventiva chapina, tuve libertad para introducir alguna programación que fue ganando audiencia, en especial AQUI HABLA EL PRESIDENTE. El público llamaba telefónicamente, contestaba haciendo las veces del Presidente para escuchar quejas, sugerencias y a veces mentadas de madre.
Dos semanas después el propietario de la radio, Don José Gómez, me dijo que dos locutores de la radio habíamos sido seleccionados para trasmitir la toma de presidente que tendría efecto en el estadio nacional.

Fue un acontecimiento colosal. Muchos países se hicieron presentes en aquella trasmisión de mando, entre ellos algunos países socialistas.
La jornada fue satisfactoria pero agotadora. Por la noche el Director de la radio, me llamó, para decirme que el Presidente Villeda Morales lo había felicitado por la trasmisión que hizo la radio y me entregó un sobre donde había introducido Doscientos Cincuenta Lempiras.

Tengo muchas cosas que platicar sobre Honduras; al hacerlo es para decirle al Primitivo Maradiaga que muchos como yo amamos a su patria Honduras.
Cuando pueda volver a visitar San Pedro Sula, o Tegucigalpa, llevo en el corazón, la noche que me despedí de mis amigos en El Picacho, declamandoles poemas de Pepe Batres Montúfar.

No olvido aquellas tardes dominicales, participando en chamuscas de fútbol con equipos de barrios. Sigo recordando a jugadores como Zacarías Arzú y aquellas largas caminatas cuando iba a descansar y tenía que subir frente al Cine Palace para llegar a lo más alto de La Leona, después de haberme tomado algunos tragos.

Regresé a Guatemala llevando en el corazón, el corazón de muchos Hondureños, sin olvidar cuando Edwin, el Presidente de la FEU me regaló el calzado y me dijo : Cuando regresés a Guatemala no te vallas a olvidar de despedirte de nosotros porque los hondureños somos muy sentidos.

Gracias por Honduras, Primitivo. Gracias pueblo de Honduras.

JUGANDO CON CORAJE.

Esa era la definición de uno de los equipos más corajudos: El Tip Nac.

Los integrantes eran trabajadores de la Tipografía Nacional en aquellos años, que ni siquiera soñábamos con el internet, ni las computadoras. Ser linotipista significaba tener una profesión de imprenta.
Por aquellos días, se anunció la llegada de uno de los equipos mexicanos que pasaban por su mejor momento: Los tiburones rojos de Veracruz.

Contra todos los pronósticos el Tip Nac le dio la bienvenida y muchos aseguraban que los mexicanos nos iban a propinar una goleada.
El juego comenzó parejo, la marcación de los nacionales y su línea de ataque se convertían en una amenaza para los visitantes.
Al finalizar los 90 minutos el resultado favorecía a los tipógrafos por 4 a 2. El público se introdujo a la cancha para cargar a los nacionales y la prensa en México, en uno de sus diarios decía:
¿PORQUE CON GUATEMALA?

JUGARON POR EL ALMUERZO.

Los integrantes del Municipal regresaban de una gira departamental, pero fatigados sin dinero y con hambre se detuvieron en un poblado.
La gente principió a acercarse y rodearon la camioneta. Luego las autoridades Municipales se abocaron con el capitán del equipo municipal, para suplicarles que jugaran un partido de exhibición con un combinado local.

Después de negociar entre las partes, el equipo Municipal accedió a jugar pero con el compromiso que les dieran almuerzo y refacción a los jugadores, ante lo cual accedieron las autoridades y en esa forma, el público lograba presenciar por primera vez en su historia al equipo municipal jugando en su cancha.

Deseo lo mejor para nuestros seleccionados nacionales. Estamos con ustedes muchachos. ¡Adelante con coraje y con amor!

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