28 de enero de 2008

Carta a un marero

Por: Gil Zu.
¿Que proponen los lectores para resolver el problemas de las maras?
Represión, Cárcel, Rehabilitación, Fusilamiento.

No se como te llamas, pero si perteneces a una mara, me dirijo a ti:

La experiencia que tengo como Maestro me recuerda algunos casos que conservo: En una oportunidad mis alumnos se reían de un compañero que se dormía en la clase a quien habían apodado el "dormilón". Cualquier Maestro se siente mal que uno de los alumnos se duerma en la clase. Pero he aprendido a encontrar las causas y efectos en todo y decidí entrevistarme con los padres del alumno. Este niño afrontaba problemas hogareños que iban desde un padre alcohólico y una madre todo el tiempo evadiendo los golpes del marido. Las riñas que tenían por la noche imposibilitaban a aquel alumno para que durmiera con tranquilidad. Otro día amanecía con sueño, sin haber tomado alimentos porque se le quitaba el apetito y junto a sus compañeros se sentía en desventaja y con deseos de dormir en la escuela.

Ya he comentado cuando me invitaron a la realización de un seminario en un colegio de prestigio en Guatemala y cuando se le preguntó a una alumna el porque estudiaba en aquel plantel respondió: -Porque mis padres me obligan a que estudie aquí. Si fuera por mi, estaría en otro lugar.

En la etapa post-terremoto incorporado a los grupos de rescate fui conociendo familias y muchos jóvenes establecidos en asentamientos humanos, recuerdo que estaba de moda aquella canción “Casas de Cartón.” Conviví con muchos jóvenes sus alegrías, fracasos, frustraciones pero la mayoría con deseos de superarse.

Entre estos jóvenes había muchachos con inclinación al deporte, a las artes, a la poesía y al robo.

En una ocasión me encontraba en una de estas viviendas improvisadas y la familia de la casa vecina principió a insultarse. Se escucharon golpes y sillas que volaban y principiaron a correr por la calle, en fila huyendo de un hombre que los perseguía con un cuchillo en la mano.

La violación de jovencitas no se hizo esperar. Muchos jóvenes se empezaron a organizar y tomando los modelos de las pandillas neoyorquinas, surgieron o fortalecieron las maras. Era una nueva generación que luego de vivir en el fondo de barrancos salieron a la superficie a compartir su vida en otro mundo.

Pero, no se trata solo de jóvenes de los asentamientos. Un jovencito de la alta sociedad cuyos padres viajaban los fines de semana a un rancho que tenían en la playa, contaba con todo lo necesario en el refrigerador y hasta con dinero para disfrutarlo, pero, cuando despertaba el sábado y se daba cuenta que sus padres habían viajado, leía un papel donde la mamá le decía :

-No te quisimos despertar, en el refrigerador hay de todo y este dinero para que lo gastes. La soledad lo fue atrapando, tuvo necesidad de buscar compañía en la calle y la encontró. Pero para su desgracia. Poco a poco se fue convirtiendo en drogadicto.

Me estoy dirigiendo a ti que ya estás en la mara. Se que entrar es fácil pero difícil salir. No se cuantos tatuajes tengas en tu cuerpo o cuantos delitos hayas cometido como requisito para ser aceptado. La sociedad tiene miedo de ustedes, piensan que ninguno de sus hijos puede salir con libertad de su casa por temor a ser asaltado o violadas. Del terremoto ocurrido a esta parte ya pasaron una docena de años por lo tanto tu debes de pertenecer a una nueva generación de maras que pertenecen al 2008. ¿Pero que hay de tus padres? alguno de ellos debe de estar purgando una sentencia, otro talvez lo mataron entre pandillas, a otros las autoridades y pocos se rehabilitaron.

No creas que estoy loco para pensar que por este articulo todos tus compañeros van a renunciar a la vida que llevan y que todo va a ser paz y felicidad.
La sociedad es también responsable de lo que a ustedes les pasa. Muchas parejas abandonaron la comunicación con sus hijos y los buscaron cuando se encontraban hasta el cuello en los problemas de alcoholismo, drogadicción y en lo anterior no hay excusas de ricos o pobres, unos y otros sucumbieron

Los hijos de padres ricos conduciendo autos caros y luciendo aretes en las orejas, el pelo largo y quemándose con las pastas. Y en las barriadas los jóvenes viven en casas de cartón destruyendo los pulmones con el pegamento y los pitos de marihuana. Por eso. A ti Marero te propongo:
Ayudémonos unos a otros. Yo te ofrezco publicar tus opiniones en mi columna, cuéntame tu propia verdad, ten confianza.

El segundo paso sería que se organicen en el cantón donde vives. No necesitamos muchos jóvenes. Un pequeño grupo de tres o cinco personas, en la forma como nos conozcamos te voy a contactar con el Movimiento Mundial de Juventudes que coordina para Latinoamérica el periodista Enrique Wer, podemos pensar mas adelante en organizar un Foro y llevarlo a cabo en la Universidad o en un Colegio con participación de dos de ustedes para que expongan la realidad de las vidas de un marero y lo que proponen.

Espero que esta Columna llegue a oídos de la esposa del Presidente Sandra
Torres para que estos muchachos contacten con su equipo.

M olvidaba decirte que hemos elaborado un programa de alfabetización para desarrollarlo en los Asentamientos Humanos y para esto les pediremos colaboración a periodistas como el Director de Megachapines Don Edgar Orellana, a los Columnistas de esta revista entre ellos : Quique Wer, el Lic. Guayo Villatoro, Marco Vinicio Mejía y a la Columnista del Diario La Jornada de México Ana Maria Aragonés del Grupo de Escritores SakerTi.

Y que tal si empezamos a pensar en la formación de un Grupo de Teatro de los Barrios Populares en Guatemala. Tú nos puedes ayudar. Escríbeme.

saker_ti@megachapines.com, quiquewer@yahoo.com.mx,
rosalesromancgs@gmail.com, aeduardo@villatoro.com,
marcoviniciomejiadavila@yahoo.com, saker_ti@yahoo.es

El Padre Irrarte decía: Todos debemos de tener oportunidades y nos dejó un libro intitulado “Tu hijo quiere hablarte”. Los Ministros Evangélicos, los Directores de Colegios, Las Universidades, el Periodismo, el Gobierno. Esta es tarea que nos corresponde a todos, en especial Los Padres de Familia.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Gil: Por supuesto que todos quisierams que los mareros, por lo general niños maltratados desde su infancia, nu hubieran tenido que vivir tales desventuras, yo los comprendo, sabe Dios que sería de mí su hubira sufrido los mismos bejámenes. Pero igual podríamos pensar de los ladrones de Bancafe y de Banco de Comercio: pobrecillos, seguramente les enseñaron a robar o a tener una desmedida ambición por el dinero. Estos ingratos nos han dejado en al calle de la amargura y el Ministerio püblico aún los defiende, ahora con todo descaro, pues apela contra la disposición de los tribunales. Parecería justo condenar a carcel, y aún a muerte a los segundos, pero, y en cuanto a los primero, ¿por qué tanta condescendencia? Yo pienso que hay algo irrazonable en dejarnos llevar por nuestros sentimientos. Dios no tendrá escuelas de rehabilitación para los que hayan muerto sin arrepentirse y rendirse a Cristo (y se que tú eres mayense).