21 de enero de 2008

En la cascada.

Por: Gil Zu
saker_ti@yahoo.es

No hay cultura sin tiempo. ¿En que momento experimentamos un despertar de conciencia? posiblemente los años lo permiten aun cuando no sabemos con exactitud cual ha sido la mejor edad en nuestra vida. Rubén Darío nos habla que la juventud es divino tesoro, pero una persona anónima sentencia que la mejor edad en la vida es la que no hemos vivido.

Siento que los años pesan en mi espalda y que sigo aprendiendo de todos. Creo en la juventud como presente para enfrentar juntos el desafío del futuro. Veo a mi patria lacerada, con llagas y frustraciones. Como si el tiempo se hubiera detenido desde hace 54 años cuando de nuevo los conquistadores penetraron desde las colinas de Chiquimula destruyendo y eliminando física y moralmente a la gente.

Aun veo las piras de libros convertidas en hogueras y reducidos a cenizas muchos libros dentro de los que recuerdo de la autoría de Domingo Faustino Sarmiento, del Historiador Alejandro Marure, de Karl Marx, y del poeta Rolando Quintana, triunfador en los Juegos Florales de Quetzaltenango con su poema dedicado a la marimba :

Más que Artesanos, fueron milagreros
los que le dieron la arquitectura
la tristeza les dio la cuadratura
y las notas agudas los jilgueros


Recuerdo con alegría y nostalgia mi pasado. No olvido cuando una persona con la intención de lastimarme me dijo que yo era un "Pobre Maestro" porque trabajaba en una aldea en el occidente de Guatemala.
Aclaro a mis lectores que sigo siendo un Maestro Pobre, pero nunca me he considerado un Pobre Maestro.

En aquella escuela los alumnos llevaban ladrillos para sentarse pues no contábamos con pupitres. Un amigo del pueblo tenía imprenta y me obsequiaba papel periódico lo cual me servía para cortarlo y simular que confeccionaba cuadernos. Los lápices y crayones me los obsequiaban de un colegio de Xela. Con ese material trabajábamos.

No ganaba un solo centavo ya que mi plaza no estaba presupuestada y yo me sostenía de la agricultura y algunos animales de crianza.

Luego de tres años tuve que dejar la escuela y trasladarme a la capital en donde me encuentro con otro mundo distinto. Trabajando duro pero estudiando hasta alcanzar una Licenciatura en la USAC. De Maestro Rural pase a ser catedrático.
Me encuentro en México porque en 1980 con otros Maestros sufrimos el acoso de los años de represión, asesinatos y emigramos a México. Algunos siguieron a Estados Unidos.

En México nos tendieron la mano varios Maestros y Periodistas, uno de ellos (guatemalteco) el Licenciado Luís Cardoza y Aragón quien nos animó a que nos agrupáramos y así revivir el Grupo SakerTi cuyas raíces emanan de la revolución de octubre de 1944.

Nunca pasó por nuestra mente igualarnos a los kilates del SakerTi original, pero hemos divulgado nuestro talento artístico y literario en muchos lugares y en México alcanzamos un espacio.

Nuestra meta es regresar a Guatemala y poner a funcionar nuestra sede para contactar con escritores, poetas y artistas de Latinoamérica. Vamos a unirnos al carro del periodista Enrique Wer quien coordina El Movimiento Mundial de Juventudes Larouchistas con sede en Estados Unidos.

"Mi agradecimiento a Edgar Orellana Director de "Mega-Chapines" por la hospitalidad que me ha proporcionado.

Desde esta columna me estaré dirigiendo a la juventud universitaria, a los habitantes en Asentamientos Humanos, Áreas Urbanas y Rurales de Guatemala, exhortándolos a que organicen actividades culturales, formación de Grupos de Teatro, Foros, y toda actividad cultural.

He empeñado mi palabra de trabajar los años que la vida me otorgue, para que a la par de todos ustedes lectores y pueblo de Guatemala participemos de un mundo que ya esta cambiando.

Ahora empecemos. Volvamos a dedicarnos a la larga, pero hermosa lucha por un mundo nuevo.
Reverendo: Martin Luther King.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

Yo digo que personas como usted son los verdaderos patriotas: llenos de amor por el pueblo, sin escatimar sacrificios para ayudar al pueblo, dispuestos a ayudar al pueblo y abrirle los ojos a través de la educación.

Y esos maestros como usted no serán jamás pobres maestros. Podrán ser maestros pobres, pero llenos de una inmensa riqueza de amor que sólo los verdaderos patriotas le brindan a sus pueblos.

Madeli.