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Para cuando esta columna sea publicada, usted, ingeniero Colom, ya será la máxima autoridad del país y sobre sus hombros recaerá la responsabilidad de la conducción de nuestra tierra y los próximos cuatro años serán asimismo marcados por las decisiones que usted decida tomar. El trabajo de la presidencia que el destino le otorgó, porque los ancianos le comunicaron que usted sería elevado a la primera magistratura, no será nada fácil. Nacional e internacionalmente "el cambio climático político y económico" presenta negros nubarrones con amenazas de tormenta.
Sin embargo, el ser humano está dotado de poderes, como los que usted ha podido ver y entender en su trato con los tatas. Y esos poderes les serán proporcionados a algunos elegidos, para que puedan tomar el control del timón de la nave y conducirla a través de esas amenazas a puerto seguro.
Ya en una de mis columnas escribí que difícilmente alguna persona, hoy por hoy en Guatemala, tiene la enorme oportunidad de conducir el timón con propiedad y justicia, oportunidad nacida de su convivencia con las comunidades mayas y del maestro Cirilo, quien le condujo por el extraordinario camino de la sabiduría proveniente de quienes han mantenido y cuidado sus secretos.
Armado con esas facultades el timón puede y DEBE ser conducido acorde con lo aprendido. Y debe tender los puentes, que con sólidas estructuras, sustenten la nación guatemalteca. Nación conformada por todas las expresiones culturales que en ella conviven.
Tendrá la oportunidad de ser quien, con la autoridad que se le confirió el día de ayer, convierta ese atol, (que pudiera ser ofrecido con el dedo), sea por tradición y simbólicamente el ingrediente que permitiera unir a un pueblo que cansado de la confrontación, que cansado de la guerra y que cansado también de ser sujeto de explotación y marginación, inicia un proceso de despertar, impulsado también por el conocimiento de los ancianos y las profecías mayas, nacidas de la sabiduría nuestro infinito hogar: el universo.
El mundo occidental ha llevado a su población al rompimiento casi total de los valores y principios que le dieron vida y con ellos la creación de enormes superpoderes, que en lugar de utilizar sus beneficios para construir un mundo equilibrado y justo, lo han usado para destruir, para fracturar naciones y convertir la geografía del mundo en un constante juego de rompecabezas que esté de acuerdo con sus intereses egoístas.
Esa voracidad para acumular, que ha sido duplicada por enanos, aún cuando en sus limitadas geografías se sientan como reyes, les ha llevado a distanciar cada vez más las diferencias entre los seres humanos que poblamos este hermoso globo azul. Les ha llevado a extremos en el que se niega a los hombres, el mínimo de su condición como tales.
Pero el rompimiento del equilibrio no puede ser mantenido ni prolongado durante mucho tiempo, a pesar de los millones de años de existencia de ese globo. Y esos signos de negación que contravienen las leyes cósmicas, tienen a ese mundo creado bajo la batuta del occidente, al borde del colapso. Un peligro que amenaza con borrar todo vestigio de lo alcanzado por el genio humano en ese período. Y aquí, es en donde entran en juego los principios y valores de aquellas civilizaciones que entendían el valor del ser humano sobre cualquiera otra consideración terrestre.
Esos valores son los que usted y su ejemplo podrán impulsarlos para devolver equilibrio a la sociedad guatemalteca. Claro que encontrará oposiciones. Que encontrará obstáculos en aquellos que no solamente se consideran superiores, sino con el pleno derecho de "conquista", para continuar el saqueo que han mantenido desde la llegada de sus antepasados y pisado tierra americana.
Encontrará la oposición de quienes encumbrados a la posición que usted asume hoy, como Arzú, la utilizaron para vender propiedades de los guatemaltecos, para beneficiarse. Como los que hoy abandonan el poder y han dejado tras su desastrosa administración los agujeros gigantes que extraen el oro y minerales estratégicos para rellenarse los bolsillos de dinero mal habido. De quienes familiares y amigos de los gobernantes, han aprovechado también para abusar de la ignorancia y comprado con "espejitos" las tierras en las que buscan construir la "nueva zona azucarera".
De quienes de la mano de los "nacionales" con corazón vendido al extranjero, quienes han aprovechado los recursos naturales criollos para generar privadamente la energía que necesitamos para nuestro desarrollo. De quienes construyen aeropuertos lujosos, para, como las mujeres occidentales "lucir bellísimas", bajo toda una costra de cosméticos, lucir un país que no responde a la realidad de quienes cada día más han sido abandonados al abuso de los conquistadores.
También contará con la oposición de quienes obtuvieron un uniforme que debió de haberlos comprometido con el servicio a la Patria y se han encargado de enlodarlo, utilizando el poder para enriquecerse. Contará en muchos casos con la oposición de quienes elaboran las políticas económicas desde los organismos internacionales y para quienes solamente cuentan los intereses de las grandes transnacionales que en manos de la oligarquía mundial, pretenden "el nuevo orden" que los lleve a lograr el imperio mundial que soñara el maléfico H.G. Wells.
Sin embargo podrá contar, si el atol no va acompañado del dedo, con una población mayoritaria que comprenderá su lucha y le apoyará para alcanzar metas acordes con sus principios. Aproveche la oportunidad que le da el que gobernantes AMIGOS nos visitan, para sentarse a platicar con el presidente Correa, quien tuvo el valor de enfrentar la corrupción (como la que existe en nuestro Congreso), oponiéndole al SOBERANO, al pueblo para iniciar el cambio.
Usted tiene la palabra.
Sin embargo, el ser humano está dotado de poderes, como los que usted ha podido ver y entender en su trato con los tatas. Y esos poderes les serán proporcionados a algunos elegidos, para que puedan tomar el control del timón de la nave y conducirla a través de esas amenazas a puerto seguro.
Ya en una de mis columnas escribí que difícilmente alguna persona, hoy por hoy en Guatemala, tiene la enorme oportunidad de conducir el timón con propiedad y justicia, oportunidad nacida de su convivencia con las comunidades mayas y del maestro Cirilo, quien le condujo por el extraordinario camino de la sabiduría proveniente de quienes han mantenido y cuidado sus secretos.
Armado con esas facultades el timón puede y DEBE ser conducido acorde con lo aprendido. Y debe tender los puentes, que con sólidas estructuras, sustenten la nación guatemalteca. Nación conformada por todas las expresiones culturales que en ella conviven.
Tendrá la oportunidad de ser quien, con la autoridad que se le confirió el día de ayer, convierta ese atol, (que pudiera ser ofrecido con el dedo), sea por tradición y simbólicamente el ingrediente que permitiera unir a un pueblo que cansado de la confrontación, que cansado de la guerra y que cansado también de ser sujeto de explotación y marginación, inicia un proceso de despertar, impulsado también por el conocimiento de los ancianos y las profecías mayas, nacidas de la sabiduría nuestro infinito hogar: el universo.
El mundo occidental ha llevado a su población al rompimiento casi total de los valores y principios que le dieron vida y con ellos la creación de enormes superpoderes, que en lugar de utilizar sus beneficios para construir un mundo equilibrado y justo, lo han usado para destruir, para fracturar naciones y convertir la geografía del mundo en un constante juego de rompecabezas que esté de acuerdo con sus intereses egoístas.
Esa voracidad para acumular, que ha sido duplicada por enanos, aún cuando en sus limitadas geografías se sientan como reyes, les ha llevado a distanciar cada vez más las diferencias entre los seres humanos que poblamos este hermoso globo azul. Les ha llevado a extremos en el que se niega a los hombres, el mínimo de su condición como tales.
Pero el rompimiento del equilibrio no puede ser mantenido ni prolongado durante mucho tiempo, a pesar de los millones de años de existencia de ese globo. Y esos signos de negación que contravienen las leyes cósmicas, tienen a ese mundo creado bajo la batuta del occidente, al borde del colapso. Un peligro que amenaza con borrar todo vestigio de lo alcanzado por el genio humano en ese período. Y aquí, es en donde entran en juego los principios y valores de aquellas civilizaciones que entendían el valor del ser humano sobre cualquiera otra consideración terrestre.
Esos valores son los que usted y su ejemplo podrán impulsarlos para devolver equilibrio a la sociedad guatemalteca. Claro que encontrará oposiciones. Que encontrará obstáculos en aquellos que no solamente se consideran superiores, sino con el pleno derecho de "conquista", para continuar el saqueo que han mantenido desde la llegada de sus antepasados y pisado tierra americana.
Encontrará la oposición de quienes encumbrados a la posición que usted asume hoy, como Arzú, la utilizaron para vender propiedades de los guatemaltecos, para beneficiarse. Como los que hoy abandonan el poder y han dejado tras su desastrosa administración los agujeros gigantes que extraen el oro y minerales estratégicos para rellenarse los bolsillos de dinero mal habido. De quienes familiares y amigos de los gobernantes, han aprovechado también para abusar de la ignorancia y comprado con "espejitos" las tierras en las que buscan construir la "nueva zona azucarera".
De quienes de la mano de los "nacionales" con corazón vendido al extranjero, quienes han aprovechado los recursos naturales criollos para generar privadamente la energía que necesitamos para nuestro desarrollo. De quienes construyen aeropuertos lujosos, para, como las mujeres occidentales "lucir bellísimas", bajo toda una costra de cosméticos, lucir un país que no responde a la realidad de quienes cada día más han sido abandonados al abuso de los conquistadores.
También contará con la oposición de quienes obtuvieron un uniforme que debió de haberlos comprometido con el servicio a la Patria y se han encargado de enlodarlo, utilizando el poder para enriquecerse. Contará en muchos casos con la oposición de quienes elaboran las políticas económicas desde los organismos internacionales y para quienes solamente cuentan los intereses de las grandes transnacionales que en manos de la oligarquía mundial, pretenden "el nuevo orden" que los lleve a lograr el imperio mundial que soñara el maléfico H.G. Wells.
Sin embargo podrá contar, si el atol no va acompañado del dedo, con una población mayoritaria que comprenderá su lucha y le apoyará para alcanzar metas acordes con sus principios. Aproveche la oportunidad que le da el que gobernantes AMIGOS nos visitan, para sentarse a platicar con el presidente Correa, quien tuvo el valor de enfrentar la corrupción (como la que existe en nuestro Congreso), oponiéndole al SOBERANO, al pueblo para iniciar el cambio.
Usted tiene la palabra.
1 Comentarios:
La historia la hacen los pueblos. No se puede ni se debe ignorar la contribución individual de los protagonistas, pero las buenas ideas mueren ahi, si no hay un pueblo que luche por ellas.
Colom tiene una gran responsabilidad con su pueblo, de eso no hay ninguna duda. Pero también, y de eso tampoco debe haber ninguna duda, todo guatemalteco que se sienta comprometido con la realidad de su patria, tiene a si mismo una gran responsabilidad y esa es: aprovechar este momento histórico político para iniciar y fortalecer los niveles de organización de las organizaciones populares.
Será el pueblo organizado quien a través de sus organizaciones populares defienda los triunfos logrados. Será ese pueblo a través de sus organizaciones las únicas que puedan corregir los errores de su presidente y darle fuerza además, cuando éste la necesite. No hay que cometer el error de creer que ya porque existen un gobierno progresista la cosa ha cambiado, ese es un error que puede costar vidas.
Los guatemaltecos tenemos entonces un gran compromiso: el de fortalecer los niveles de organización del pueblo y fortalecer los ya existentes. Colom no debe estar solo, debemos trabajar para que el pueblo esté siempre detrás de él: apoyándolo, dirigiéndolo, corrigiéndolo, asesorándolo. Esto último no se debe dejar en mano de burócratas, ese papel le corresponde al pueblo.
Madeli.
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