Por: Iván I. Choto.
Si en anteriores oportunidades hemos denunciado las deficiencias e irresponsabilidades de los administradores del Proyecto Minero Fénix, en asuntos relacionados a los recursos humanos y la seguridad, hoy es necesario denunciar la realidad con respecto a los asuntos sociales y la situación agraria.
Para nadie es desconocido que existe un descontento generalizado en la población por la demanda insatisfecha de empleo local. Son ya tres años que la CGN se hizo presente en El Estor, sin cumplir a cabalidad con la generación de empleo, ni mucho menos se ha preocupado por reactivar la economía, a través de oportunidades reales de comercio, industria y servicios para los empresarios y prestadores de servicios de El Estor y mucho menos a nivel departamental.
En el tema de empleo, después de tres años, existen alrededor de unos 120 empleados que no es en nada cercana a la expectativa de generación de 800 plazas fijas locales que se anunciaron irresponsablemente en las pomposas presentaciones del Proyecto Minero Fénix, a mediados del año 2005, para los próximos en aquel momento, y ahora ya pasados años 2006 y 2007.
Las plazas fijas actuales no representan más allá del 15% de las expectativas de generación de empleo y es mucho menos el porcentaje representativo de personas contratadas de la población de El Estor que es económicamente activa.
Han pasado tres años, sin visión ni minería responsable, no se pensó durante este plazo en la creación de alianzas con escuelas técnicas de capacitación del país o del extranjero para crear fuerza de trabajo local que minimice el promedio del 42% de desempleo en una población cada vez más desesperada y entretenida en promesas de un desarrollo sostenible que son meramente una utopía.
En octubre del recién pasado 2007, se inauguró la fase de reconstrucción de la planta procesadora de níquel. Se apresta a llegar un contingente de extranjeros contratados por una empresa contratista que permanecerá alrededor de dos años a cargo del proyecto de reconstrucción de la planta.
¿Es cierto que habrá empleo para la población? Difícilmente si, y no en forma permanente, si bien por dos años, y tras la figura de un contratista, que aunque la CGN le hace suscribir un compromiso de cumplir con las exigencias del código de trabajo, este jamás cumple, como sucede ya con algunos, no todos, pero si está sucediendo que los contratistas se roban el pasivo laboral de la gente que trabaja bajo contratos, y aunque se ha denunciado, nadie ha querido remediarlo, porque existen “arreglos” como por ejemplo en el proyecto de reforestación y viveros en el que el empleado responsable de medioambiente –oriundo de Cobán- recibe sus tajadas y se mantiene impune porque las puede con el gerente de planta.
Y digámoslo sin ambages, el empleo por contratos no representa las ventajas y certidumbre que otorga una plaza fija con la seguridad de una indemnización universal decente y las prestaciones de ley que exigen nuestras leyes laborales.
¿Qué de aquellas personas y empresarios de El Estor que están construyendo infraestructuras de servicios y están invirtiendo y comprometiéndose a préstamos para cubrir la demanda durante los dos únicos años de reconstrucción? Deben exigir a la compañía que rompa el monopolio de proveedores “privilegiados” que no les permitirán formar parte de las oportunidades de crecimiento económico que son susceptibles de generar $640, millones de dólares que están ya destinados tan solo para la fase de reconstrucción y que es un imperativo social que representen algún beneficio real para los empresarios e inversionistas locales.
A propósito, con $640, millones de dólares comprometidos ya en una fase de reconstrucción y otros casi $25, millones que está ganando una compañía eléctrica con la introducción de energía para el proyecto, ¿Cree usted que sea cierto que la CGN va a cerrar operaciones por causa de la formación de un Sindicato de Trabajadores? El pecado incalificable de los responsables de semejante mentira es querer insultar la inteligencia de la gente, con semejante imaginación de males que solo pueden surgir de su desmedida codicia y pánico a la organización social que desbarate sus picardías.
¿Sabe usted cuánto es el salario de una consultora en temas sociales, que no hace 4 meses llegó a El Estor desde un país suramericano para presentar soluciones inmediatas al conflicto de tierras, la asesoría en administración de relaciones comunitarias, las relaciones de trabajo por medio de contratistas y una y mil maravillas que no se han solucionado en 500 años de coloniaje en Guatemala? Esa persona que no tiene un ápice de idea de nuestra historia inmediata ni nuestra realidad social gana la nada despreciable cantidad de $ 500,00 dólares diarios (Q 7, 500,00 diarios) Esa es la minería responsable, por supuesto, responsable ¿Con quién? … Por cierto, a uno de esos responsables se le ocurrió decir, que: “ya que todo está conseguido, que se aguanten los queqchi’es”.
Es una triste realidad, debemos decirlo, NO EXISTE UNA POLITICA SOCIAL RESPONSABLE, no hay un plan social, no lo hay, ni lo habrá. A la CGN solo le interesa EL NÍQUEL, lo demás son puros compromisos exigidos por los estándares internacionales de responsabilidad social y económica que se han ido justificando con puras artimañas de “publicidad e imagen corporativa”. Como se dice en las reuniones de planificación gerencial: “Estamos comprando tiempo”, mientras tanto, “El Níquel está en tu vida”…
Recuérdelo: Son los mismos mineros de hace 500 años, a quienes no les agrada en nada el Convenio 169, ni los convenios internacionales sobre derechos humanos, ni la actividad digna y libre de la prensa y los medios nacionales e internacionales, ni los reporteros, ni las consultas comunitarias, ni la opinión responsable de los expertos en medio ambiente, son mineros que quisieran todo el dinero del mundo para comprar las voluntades de los actores sociales consecuentes, para acallar la conciencia de sus trabajadores con artificios legales de contratos de confidencialidad que mantengan impunes sus delitos sociales.
Digámoslo claro, estamos lejos del respeto a la vida humana y a la dignidad humana, tal lo dijera uno de los grandes mártires de nuestra iglesia contemporánea –Monseñor Romero- “Nos quieren dar de caridad lo que ya nos deben por justicia”.
En virtud de tales reflexiones sobre la justicia y el bien común, se le exige al obispo del Vicariato Apostólico, que no avale más “la Mesa de diálogo” en torno al conflicto de tierras entre la Compañía y las comunidades de El Estor, principalmente, porque tres de estas tierras, no pertenecen a la Compañía. Nunca habrá forma consistentemente jurídica para que la Compañía demuestre la propiedad de esas tierras, al menos que las haga “tan supuestamente propias” con la complicidad u omisión de personas muchas veces, sorprendidas en su buena voluntad.
¿A usted le parecen duras estas denuncias? ¿Las supone difamatorias?- Pregúnteselo a quien cada día despierta con la incertidumbre de cuando conseguirá empleo en la CGN, o al empresario o inversionista local que se ha endeudado con la esperanza de recibir algo de los beneficios de la reactivación económica que hasta hoy solo está en manos de un monopolio inescrupuloso y que no está dispuesto a compartir un céntimo de sus jugosas ganancias , por favor pregúnteselo a los que añoran un pedazo de tierra que han reclamado como herencia y propiedad ancestral desde los tiempos de don Pedro de Alvarado y las épocas de don Justo Rufino Barrios y su tristemente recordada compañía del Ferrocarril del Norte en el siglo IXX o desde los tiempos de las largas dictaduras militares del recién pasado violento siglo XX.
Para nadie es desconocido que existe un descontento generalizado en la población por la demanda insatisfecha de empleo local. Son ya tres años que la CGN se hizo presente en El Estor, sin cumplir a cabalidad con la generación de empleo, ni mucho menos se ha preocupado por reactivar la economía, a través de oportunidades reales de comercio, industria y servicios para los empresarios y prestadores de servicios de El Estor y mucho menos a nivel departamental.
En el tema de empleo, después de tres años, existen alrededor de unos 120 empleados que no es en nada cercana a la expectativa de generación de 800 plazas fijas locales que se anunciaron irresponsablemente en las pomposas presentaciones del Proyecto Minero Fénix, a mediados del año 2005, para los próximos en aquel momento, y ahora ya pasados años 2006 y 2007.
Las plazas fijas actuales no representan más allá del 15% de las expectativas de generación de empleo y es mucho menos el porcentaje representativo de personas contratadas de la población de El Estor que es económicamente activa.
Han pasado tres años, sin visión ni minería responsable, no se pensó durante este plazo en la creación de alianzas con escuelas técnicas de capacitación del país o del extranjero para crear fuerza de trabajo local que minimice el promedio del 42% de desempleo en una población cada vez más desesperada y entretenida en promesas de un desarrollo sostenible que son meramente una utopía.
En octubre del recién pasado 2007, se inauguró la fase de reconstrucción de la planta procesadora de níquel. Se apresta a llegar un contingente de extranjeros contratados por una empresa contratista que permanecerá alrededor de dos años a cargo del proyecto de reconstrucción de la planta.
¿Es cierto que habrá empleo para la población? Difícilmente si, y no en forma permanente, si bien por dos años, y tras la figura de un contratista, que aunque la CGN le hace suscribir un compromiso de cumplir con las exigencias del código de trabajo, este jamás cumple, como sucede ya con algunos, no todos, pero si está sucediendo que los contratistas se roban el pasivo laboral de la gente que trabaja bajo contratos, y aunque se ha denunciado, nadie ha querido remediarlo, porque existen “arreglos” como por ejemplo en el proyecto de reforestación y viveros en el que el empleado responsable de medioambiente –oriundo de Cobán- recibe sus tajadas y se mantiene impune porque las puede con el gerente de planta.
Y digámoslo sin ambages, el empleo por contratos no representa las ventajas y certidumbre que otorga una plaza fija con la seguridad de una indemnización universal decente y las prestaciones de ley que exigen nuestras leyes laborales.
¿Qué de aquellas personas y empresarios de El Estor que están construyendo infraestructuras de servicios y están invirtiendo y comprometiéndose a préstamos para cubrir la demanda durante los dos únicos años de reconstrucción? Deben exigir a la compañía que rompa el monopolio de proveedores “privilegiados” que no les permitirán formar parte de las oportunidades de crecimiento económico que son susceptibles de generar $640, millones de dólares que están ya destinados tan solo para la fase de reconstrucción y que es un imperativo social que representen algún beneficio real para los empresarios e inversionistas locales.
A propósito, con $640, millones de dólares comprometidos ya en una fase de reconstrucción y otros casi $25, millones que está ganando una compañía eléctrica con la introducción de energía para el proyecto, ¿Cree usted que sea cierto que la CGN va a cerrar operaciones por causa de la formación de un Sindicato de Trabajadores? El pecado incalificable de los responsables de semejante mentira es querer insultar la inteligencia de la gente, con semejante imaginación de males que solo pueden surgir de su desmedida codicia y pánico a la organización social que desbarate sus picardías.
¿Sabe usted cuánto es el salario de una consultora en temas sociales, que no hace 4 meses llegó a El Estor desde un país suramericano para presentar soluciones inmediatas al conflicto de tierras, la asesoría en administración de relaciones comunitarias, las relaciones de trabajo por medio de contratistas y una y mil maravillas que no se han solucionado en 500 años de coloniaje en Guatemala? Esa persona que no tiene un ápice de idea de nuestra historia inmediata ni nuestra realidad social gana la nada despreciable cantidad de $ 500,00 dólares diarios (Q 7, 500,00 diarios) Esa es la minería responsable, por supuesto, responsable ¿Con quién? … Por cierto, a uno de esos responsables se le ocurrió decir, que: “ya que todo está conseguido, que se aguanten los queqchi’es”.
Es una triste realidad, debemos decirlo, NO EXISTE UNA POLITICA SOCIAL RESPONSABLE, no hay un plan social, no lo hay, ni lo habrá. A la CGN solo le interesa EL NÍQUEL, lo demás son puros compromisos exigidos por los estándares internacionales de responsabilidad social y económica que se han ido justificando con puras artimañas de “publicidad e imagen corporativa”. Como se dice en las reuniones de planificación gerencial: “Estamos comprando tiempo”, mientras tanto, “El Níquel está en tu vida”…
Recuérdelo: Son los mismos mineros de hace 500 años, a quienes no les agrada en nada el Convenio 169, ni los convenios internacionales sobre derechos humanos, ni la actividad digna y libre de la prensa y los medios nacionales e internacionales, ni los reporteros, ni las consultas comunitarias, ni la opinión responsable de los expertos en medio ambiente, son mineros que quisieran todo el dinero del mundo para comprar las voluntades de los actores sociales consecuentes, para acallar la conciencia de sus trabajadores con artificios legales de contratos de confidencialidad que mantengan impunes sus delitos sociales.
Digámoslo claro, estamos lejos del respeto a la vida humana y a la dignidad humana, tal lo dijera uno de los grandes mártires de nuestra iglesia contemporánea –Monseñor Romero- “Nos quieren dar de caridad lo que ya nos deben por justicia”.
En virtud de tales reflexiones sobre la justicia y el bien común, se le exige al obispo del Vicariato Apostólico, que no avale más “la Mesa de diálogo” en torno al conflicto de tierras entre la Compañía y las comunidades de El Estor, principalmente, porque tres de estas tierras, no pertenecen a la Compañía. Nunca habrá forma consistentemente jurídica para que la Compañía demuestre la propiedad de esas tierras, al menos que las haga “tan supuestamente propias” con la complicidad u omisión de personas muchas veces, sorprendidas en su buena voluntad.
¿A usted le parecen duras estas denuncias? ¿Las supone difamatorias?- Pregúnteselo a quien cada día despierta con la incertidumbre de cuando conseguirá empleo en la CGN, o al empresario o inversionista local que se ha endeudado con la esperanza de recibir algo de los beneficios de la reactivación económica que hasta hoy solo está en manos de un monopolio inescrupuloso y que no está dispuesto a compartir un céntimo de sus jugosas ganancias , por favor pregúnteselo a los que añoran un pedazo de tierra que han reclamado como herencia y propiedad ancestral desde los tiempos de don Pedro de Alvarado y las épocas de don Justo Rufino Barrios y su tristemente recordada compañía del Ferrocarril del Norte en el siglo IXX o desde los tiempos de las largas dictaduras militares del recién pasado violento siglo XX.
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