La Guatemala que yo conocí.

Por: Fabrizzio García Payés

fabrizziogarciapayes@megachapines.com

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Antes en Guatemala se vivía en un país de respeto por las leyes, por otras personas, las personas tenían educación para tratar a sus semejantes, se respetaban las normas de urbanidad y cortesía, se inculcaban en el hogar y las escuelas.

Todo esto ha quedado en el pasado, pareciera que la moral y urbanidad ya no es parte de la educación general de las personas. Es triste que en los colegios y escuelas ya no se enseñen estas cosas. Posiblemente se debe también a que los mismos maestros no tienen esta educación. El ministerio de educación debe de incluir en sus pensums educativos clases de moral y urbanidad.

Las personas de la actualidad valúan más a las personas por su dinero y ostentosidad que por su educación, cuanto tienes cuanto vales, es la regla ahora. Los Guatemaltecos necesitamos de clases de moral y urbanidad, se ha perdido en casi todo sentido los preceptos de las normas del trato mutuo, la falta de respeto por la vida, el respeto por las mujeres, el respeto por los ancianos etc., son cosas del pasado para la gente de ahora son cosas anticuadas.

Lo único que les interesa es el último disco, o el último teléfono celular o la discoteca de moda. Las personas ahora hasta se enorgullecen de ser ignorantes y patanes y lo exhiben y muestran a los cuatro vientos.

Si Guatemala no cambia su sistema educativo e inculca a los jóvenes el amor por la Patria, el respeto por sus semejantes, el amor por la lectura, la cultura en general y la educación, seguiremos por el camino de la mediocridad y la desesperanza. Seremos un país sin respeto por las leyes, la vida un país sin educación.

Ya es tiempo de mejorarnos, una persona educada y con sólidos principios morales puede abrirse camino en cualquier parte, es tiempo de que los guatemaltecos seamos reconocidos por nuestra cultura y educación y no por nuestra patanería y falta de respeto por la vida, las normas de urbanidad, la moral y las demás personas.