17 de febrero de 2008

Mujeres extraordinarias ( Madre Teresa de Calcuta)


Natalia Kravtsov
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Mensaje de la Madre Teresa a la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer
Pekín, 4 de septiembre de 1995



“Queridos amigos: Estoy pidiendo la bendición de Dios para todos aquellos que están tomando parte de la IV Conferencia de la mujer en Beijing. Espero que esta Conferencia ayude a todo el mundo a conocer, amar y respetar el lugar especial de las mujeres en el Plan Divino, de manera que puedan cumplir este plan en sus vidas.

-¿Por qué nos hizo Dios a unos hombres y a otras mujeres?-
No entiendo porqué algunas personas dicen que la mujer y el hombre son exactamente lo mismo y niegan las bellas diferencias entre hombres y mujeres. Todos los dones de Dios son buenos, pero no todos son iguales. A menudo digo a las personas que me dicen que ellos quisieran servir a los pobres como yo lo hago: "Lo que yo hago, tú no lo puedes hacer, y lo que tú haces yo no lo puedo hacer. Pero juntos podemos hacer algo bello para Dios." Así sucede también con las diferencias entre mujeres y hombres.

Dios ha creado cada uno de nosotros, cada ser humano, para cosas muy grandes, para amar y para ser amado. Pero ¿por qué Dios nos hizo a algunos hombres y a otras mujeres? Porque el amor de la mujer es una imagen del amor de Dios. Y el amor del hombre es otra imagen del amor de Dios. Ambos son creados para amar, pero cada uno de una manera diferente. Mujer y hombre se completan mutuamente, y juntos muestran el amor de Dios más plenamente que cualquiera de los dos puede hacerlo solo.

-La maternidad: el don de Dios para las mujeres-
Ese poder especial de amar que pertenece a la mujer, es visto más claramente cuando ella se convierte en madre. La maternidad es el don de Dios para las mujeres. ¡Qué agradecidos tenemos que ser con Dios por este magnífico regalo que trae tanta alegría a todo el mundo, tanto a mujeres como a hombres! Sin embargo, podemos destruir este regalo de la maternidad, especialmente con el mal del aborto, pero también cuando pensamos que otras cosas, como empleos o posiciones, son más importantes que el amar, que darse uno mismo a los demás. Ningún trabajo, ningún plan, ninguna posesión, ninguna idea de libertad puede tomar el lugar del amor. Por tanto, cualquier cosa que destruya el don de Dios de la maternidad destruye su más precioso don a las mujeres la habilidad de amar como mujer.

-Aceptarme como fui creado-

Dios nos dijo "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Entonces primero debo amarme yo mismo correctamente y luego amar a mi vecino de igual manera. ¿Pero cómo puedo amarme a mí mismo a menos que me acepte como fui creado por Dios? Aquellos que niegan las bellas diferencias entre hombres y mujeres no se están aceptando a sí mismos como Dios los creó, y por lo tanto no pueden amar a su prójimo. Ellos solamente traerán división, tristeza y destrucción de la paz al mundo. Por ejemplo, como he dicho con frecuencia, el aborto es el mayor destructor de la paz en el mundo hoy, y aquellos que quieren borrar las diferencias entre mujeres y hombres están todos a favor del aborto.

-El padre y la madre son reflejos el amor de Dios-

En lugar de muerte y tristeza, traigamos paz y alegría al mundo. Para hacer esto debemos rogar a Dios por su don de la paz y aprender a amar y aceptar a los demás como hermanos y hermanas, hijos de Dios. Sabemos que el mejor sitio para que los niños aprendan a amar y a rezar es en la familia, viendo el amor y la oración de su madre y su padre. Cuando las familias están rotas, o desunidas, muchos niños crecen sin saber como amar ni rezar. Un país donde muchas familias han sido destruidas así, tendrá muchos problemas. Yo he visto mucho, especialmente en los países ricos, cómo los niños se entregan a las drogas o a otras cosas para escapar del rechazo y del sentimiento de no ser amados.

Pero cuando las familias son fuertes y unidas, los niños pueden ver el amor especial de Dios en el amor de su madre y su padre y pueden crecer para convertir su país en un lugar amoroso y de oración. El niño es el mejor regalo de Dios a la familia y necesita tanto a la madre como al padre, porque cada uno muestra el amor de Dios de una manera especial. La familia que reza unida, permanece unida, y si permanece unida se amarán entre sí como Dios ha amado a cada uno de ellos. Los trabajos del amor son siempre trabajos de paz.

Entonces, mantengamos la alegría de amar en nuestros corazones, y compartamos esta alegría con todos los que encontremos. "Mis oraciones para todos los delegados, y para todas las mujeres que la Conferencia de Pekín está tratando de ayudar, para que cada una pueda ser humilde y pura como María, para poder vivir en el amor y la paz con todos, y que hagan a nuestras familias y a nuestro mundo algo bello para Dios. Recemos.... Todo por la gloria de Dios y el bien de las almas. Que Dios los bendiga,”
Madre Teresa, M.C.


Nota: La Madre Teresa no pudo asistir a la Conferencia, su mensaje de luz y de esperanza fue leído a todas las asistentes por Mercedes Arzú Wilson, Delegada Oficial de Guatemala, Presidente de la asociación Familia de las Américas. Se han añadido los títulos de los apartados.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

La fe en JESUS, sin llegar al fanatismo, forma parte de nuestros valores morales y espirituales.

Estimada Rina:
Con el mayor deseo que la paz que usted da por medio de esta columna a tantos hombres y mujeres continúe por otros 50 años. Quien hoy le escribe, de 58 años, dirigente de Boy Scouts, director, cofundador de Bomberos de Amatitlán, misionero de Jesús para católicos, evangélicos y ateos, con 23 años de tener a Jesús como el amo y salvador de mi vida.
Después de haber sido un gran religioso y un alcohólico, estoy predicando con mi testimonio en los autobuses de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y México. Pero también, dentro de lo que predico con mi testimonio es sobre la paternidad responsable, porque yo al final, también me considero un padre irresponsable y este es el motivo por el que hoy le estoy escribiendo.El caso es que por medio de su columna pueda llegar a conocer a mi hijo a quien engendré después de que esos demonios de bebedor social, como me hacía llamar cuando no era cristiano, salieron de mi mente y de mi cuerpo. Con esto quiero decir que la madre de mi hijo, en 1986, cuando me conoció yo ya era un hombre nuevo, sin vicios, fiel y verdadero cristiano y creo que esa fue la razón por la que me rechazó en los primeros meses del embarazo de nuestro hijo. Nunca fue una casualidad que viniera ese hijo como precioso regalo de Dios.
Rina, deseo entrar en contacto con mi hijo José Roberto Mirón Sánchez, que vive en residenciales El Baúl, de Quetzaltenango. A todo amigo, padre o madre que conozca a mi hijo, le ruego en el amor de Jesús, intercedan para que mi hijo y yo recibamos ese milagro de encontrarnos y el contar con un papá y yo con el único hijo que he tenido.
RESPUESTA
Después de su breve historia, sobre lo que ha sido su vida y su largo caminar por los caminos de Dios, cumpliendo el enunciado bíblico de predicar el evangelio de Jesús por todo el mundo se considera usted un hombre nuevo, que volvió a nacer después de haber recibido a Nuestro Señor Jesucristo, que es la fe cristiana.

Y es que la fe EN JESÚS —sin llegar al fanatismo dañino y peligroso— es una disciplina personal que alienta el diario vivir y forma parte de los valores morales y espirituales, QUÉ LINDO QUE ES MIEMBRO DE LOS HOMBRES DE NEGOCIOS Y lo que es más importante todavía, es lo único que nos prepara ante el paso final y nos da la respuesta ante esa difícil interrogante de la vida y de la muerte.En su caso particular, amigo, solo Dios pudo salvarle de aquella vida desordenada que lo empujaba al abismo. Así, dejó el alcoholismo que lo envenena todo y buscó a Dios, que fue lo mejor para su vida. Y ahora, busca a su hijo —que aún no conoce— y siente la necesidad de un encuentro con él. Dios se lo va a permitir, si lo hace con fe, con amor y con responsabilidad. Para que eso sea una realidad, van a responderle personas bien intencionadas, que espero se comuniquen con usted a su correo jrobertomiron@yahoo.es y su propio hijo puede escribirle, si hay alguien que le dé aviso de su llamado.